En
el Seminario de Desarrollo Pastoral Hispano, celebrado del 14 al 18 de agosto,
el Moderador de la Asamblea General, Rvdo. Dr. Neal Presa, trajo un mensaje en
el que reflexionó sobre el tema del Seminario, «redescubriendo la misión de la
iglesia». Durante su mensaje, el Moderador habló sobre la doctrina de la
ascensión y como esta nos invita a pensar en el balance entre la certeza y el
misterio en el pasaje de Hechos 1: 6-11. En este pasaje, los discípulos querían
certeza: «Señor, ¿vas a devolverle a Israel el reino en este tiempo?». Sin
embargo, Jesús les afirma que el trabajo que les tocará hacer no dependerá de
ellos, sino del Espíritu Santo «No les toca a ustedes saber el tiempo ni el
momento, que son del dominio del Padre. Pero cuando venga sobre ustedes el
Espíritu Santo recibirán poder, y serán mis testigos en Jerusalén, en Judea, en
Samaria, y hasta lo último de la tierra». Esta imagen sirvió al Rvdo. Dr. Presa
para hablar sobre la crisis que está enfrentando la Iglesia Presbiteriana
(EEUUA), y como Dios, en estos precisos momentos nos está invitando a reconocer
que la vida de la iglesia no depende de seres humanos, sino que depende de
Dios, y que la misión de la iglesia no es su propia misión, sino la misión de
Dios. Dios tiene una misión a la cual la iglesia ha sido invitada a participar.
Este mismo espíritu permeó las presentaciones de Rvdo. Dr. Fernando Cascante
cuando propone que la iglesia debe volver a retomar el movimiento de Jesús, su
ministerio y la vida de la iglesia en Hechos si desea redescubrir y reafirmar
su misión en el siglo 21. Ese movimiento depende absolutamente del
Espíritu Santo, que nos guía a través del temor que provoca el deseo de certeza
y nos da la confianza para agarrarnos de la voluntad de Dios y del misterio que
esta envuelve, ya que no depende de nosotros/as o de nuestras fuerzas.
Todo el seminario fue un llamado a la esperanza, a la paciencia y a la
confianza, en estos momentos en que parece que todas las voces que escuchamos
son voces de temor e incertidumbre. Como dice una cita de Christian Wiman que
compartió el moderador: «Aquí se encuentra la diferencia entre la debilidad divina y la
debilidad humana, las heridas de Cristo y las heridas del hombre. Dos
debilidades humanas se intensifican la una a la otra. Sin embargo, la debilidad
humana más la debilidad de Cristo es igual a una fuerza sobrenatural». Este
es un llamado a confiar plenamente en que Dios sigue trabajando con su pueblo y
con la Iglesia Presbiteriana en los Estados Unidos y Puerto Rico… y que debemos
confiar en que el Espíritu Santo obró, obra, y obrará en su iglesia.
In
the Hispanic Pastoral Development Seminar, held from August 14 to 18, the
Moderator of the General Assembly, Rev. Dr. Neal Presa, brought a message that
reflected on the theme of the Seminar, "rediscovering the mission of the
church." During his message, the moderator talked about the doctrine of
ascension and how it invites us to think about the balance between certainty
and mystery in the passage from Acts 1: 6-11. In this passage, the disciples
wanted certainty; “Lord, is this the time when you will restore the kingdom to
Israel?”. However, Jesus says that the work they will perform does not depend
on them, but on the Holy Spirit: “It is not for you to know the times or
periods that the Father has set by his own authority. But you will receive
power when the Holy Spirit has come upon you; and you will be my witnesses in
Jerusalem, in all Judea and Samaria, and to the ends of the earth.” Rev. Dr.
Presa used this image to discuss the crisis that the Presbyterian Church (USA)
is facing, and about how God, at this very moment, is inviting us to recognize
that the life of the church does not depend on human beings, but on God, and
that the mission of the church is not its own mission, but God’s. God has a
mission and the church has been invited to participate in it. This is the same
spirit that permeated Rev. Dr. Fernando Cascante’s presentations when he
proposed that the Church should return to the movement of Jesus, its ministry
and the life of the Church in Acts if it wants to rediscover and reaffirm its
mission for the 21st century. That movement completely depends on the Holy
Spirit, that guides us through the fear caused by the need of certainty and
gives us the confidence to grab unto the will of God and the mystery that it
involves, because it does not depend of us nor our strength.
The whole seminar was a call for hope, patience, and trust in a time when it
seems that all we hear are voices of fear and uncertainty. A quote from
Christian Wiman that the Moderator shared says: “Herein lies the great difference between divine weakness and
human weakness, the wounds of Christ and the wounds of man. Two human
weaknesses only intensify each other. But human weakness plus Christ’s weakness
equals a supernatural strength”. This is a call to fully trust that God
continues to work with God’s people and with the Presbyterian Church in the
United States and Puerto Rico ... and that we should trust that the Holy Spirit
worked, works, and will work in its Church.
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